Después del paréntesis de tres años (1936-1938) durante los cuales no se celebraron debido a la guerra, las fiestas patronales de Vistabella se reanudaron de nuevo en 1939. Con la ayuda de las Actas de los plenos municipales de esos años podemos reconstruir algunos de los hechos más relevantes.
Mientras las autoridades intentaban dar una apariencia de normalidad, la situación era muy difícil para la mayoría de los habitantes. El aparato represivo de la dictadura, dirigido por Falange, actuaba despiadadamente sin restricciones.
El Ayuntamiento asignaba una cantidad de dinero para la contratación de la banda de música y para la compra de cohetes aunque a lo largo del calendario las celebraciones dedicadas a cada santo eran organizadas por el clavario correspondiente: las Actas reflejan la cruel coincidencia de la preparación de las fiestas con el pago de pasaje a los detenidos, o el número de vecinos declarados prófugos.
Por ejemplo, en agosto de 1939 se celebraron las fiestas patronales los días 29, 30 y 31: se contrató a la banda de música de Vilafamés, y los gastos de las fiestas ascendieron a 2.629,05 pesetas, pero fueron declarados prófugos 23 jóvenes de Vistabella. Y hasta el año 1942 no se volvieron a autorizar los festejos taurinos.
Se puede leer el estudio completo, con extractos de las Actas Municipales y sus fechas exactas en el siguiente documento:
Edició: Elvira Safont i Sílvia Olaria