Antonio Giner
El aeródromo de Vistabella se empezó a construir el 27 de julio de 1937 para apoyar la ofensiva del Ejército Popular en el frente de Aragón, pertenecía al Sector 3º de la 4ª Región Militar y se utilizó como campo de aviación auxiliar del aeródromo de Vilafamés. El Consejo Municipal recibió una orden remitida por la Jefatura de Obras de la Subsecretaría del Aire fechada el 25 de julio (reg. entrada 259), indicando la fecha de inicio de las obras, el número de obreros necesarios y salario y duración de la jornada de trabajo, todo conforme con la reglamentación que la II República implantó para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores.
[…] Por tener que realizar trabajos urgentes de guerra en el término municipal de esa Villa, manifiesto a esa Alcaldía la necesidad de que coopere en los trabajos con al menos 250 hombres, al mismo tiempo hago presente que estos disfrutarán de un jornal de 10 Pts siendo la jornada laboral de ocho horas diarias efectivas en el Campo, debiendo organizar los sindicatos de ese Ayuntamiento grupos de veinticinco hombres con un responsable cada grupo, y traer legón y azada cada individuo para el trabajo que se le ordene.
Dicho personal deberá hallarse en el Campo donde se realizan los trabajos el próximo martes día 27 a las siete de la mañana en donde recibirán instrucciones. Lo que comunico a Vd. para su conocimiento y exacto cumplimiento. Salud y República. […]
Las obras comenzaron en la fecha indicada, y se llegó a emplear prácticamente a la totalidad de la mano de obra disponible en Vistabella en aquellos momentos, el tiempo de construcción de las dos pistas, una de 1.230 m x 300 y otra de 1.090 m x 200, no llegó a los dos meses. Todos los terrenos comprendidos dentro del perímetro del aeródromo, unos 352 jornales según la relación que incluyo más adelante, fueron incautados a sus propietarios. También se incautaron dos masías que fueron utilizadas como almacenes y talleres
[…] a 50 m. al N. del Campo se ha preparado la casa “Mas de Tófol”. Al O.E. del Campo se ha preparado la casa “Mas de Planillar” […]
Pocos días después de iniciarse los trabajos, el Mayor de Aviación Militar del aeródromo de Vilafamés, José Bordons, en un escrito de fecha 2 de agosto (reg. entrada 265), ordenó el desalojo de la Casa de Polo para habilitarla como alojamiento para tropa y oficiales.
[…] Teniendo necesidad de preparar alojamiento para oficialidad y tropa de fuerzas del Aire, procederá vd a que a la mayor brevedad posible quede desalojado el local situado en la calle Ferrer y Guardia denominado Casa Polo, para proceder a realizar urgentemente las obras oportunas […]
Ese mismo día el Consejo Municipal remitió la orden a la C.N.T. local, que había requisado dicho edificio, comunicando el desalojo:
[…] Lo que en cumplimiento de lo interesado, le participo al objeto de su desalojamiento dentro del plazo de tres días, esperando la contestación inmediatamente de recibir la presente comunicación. […]
La Casa de Polo fue desalojada y se realizaron obras para acondicionarla […] para unas 80 camas, con comedor, despensa, cocina económica de 50 plazas, agua y luz. Se han instalado dos bombas para elevación del agua, un depósito de mil litros, 6 lavabos, 3 waters y 3 duchas. Cochera para 4 coches […]
Según consta en la documentación relativa al aeródromo, además de la Casa de Polo, los mandos militares y los pilotos disponían de otras dos casas en el pueblo.
De nuevo, el 4 de agosto (reg. entrada, 270) se vuelven a recibir instrucciones, esta vez a través de un telegrama remitido por el Gobernador Civil de Castelló (reg.entrada 270) pidiendo más camas y más trabajadores para el aeródromo en construcción:
[…] Sírvase facilitar las ocho camas que necesitan los elementos militares del Campo de Aviación en construcción así como, deberá reclutar el mayor número de obreros para trabajar dicha construcción […]
Para alojar a los soldados se construyeron varias casetas cerca de las pistas del aeródromo:
[…] Una caseta de madera de 6’05 x 5’17 m. capaz para ocho camas y terraza de 6’05 x 4’00 m. Una caseta de madera de 4’85x 3’00 m. capaz para cuatro camas y terraza de 3’00 x 3’00.
Con fecha 8 de octubre se empieza la construcción de una caseta de 7’50 x 11’00 m. […]
Según varios testimonios en el campo de aviación llegaron a trabajar unos setecientos hombres, a los vecinos de Vistabella se sumaron trabajadores de otros pueblos cercanos, incluso de L’Alcora, atraídos por lo que entonces consideraban un buen salario y unas dignas condiciones laborales. Los refugiados varones mayores de catorce años que residían en Vistabella en aquel momento, también fueron reclutados. El 13 de agosto, de nuevo el Gobernador Civil remitió otro telegrama (reg. Entrada 283) anunciando su visita a Vistabella:
[…] Agradeceré a V. muy vivamente que por el Ayuntamiento y vecindario se den toda clase de facilidades y se tengan las más significativas atenciones con los camaradas que están desplazados en ese término para trabajar en las obra del Campo de Aviación. Del buen criterio de V. y del ejemplar comportamiento de sus colegas administrativos no cabe otra cosa que esperar que así lo hagan adivinando el interés de las obras y la precisión de quienes las efectúan queden contentos de su estancia.
Yo iré personalmente en visita a ese término deseando llegar y que todo esté resuelto. Salud. [… ]
Las obras continuaron prácticamente durante todo el tiempo que permaneció operativo el aeródromo, se levantó el pabellón de mando donde pernoctaban los oficiales de servicio, un aljibe con capacidad para 7 m³ , y una caseta para guardia de 3 m. de altura a 200 m. al S.E. del campo de aterrizaje. También se instaló un teléfono conectado con el aeródromo de Vilafamés, las autoridades municipales después que el ejército franquista tomara Vistabella, intentaron que permaneciera en uso ya que era el único teléfono existente en el pueblo en aquellas fechas.
[…] El 24 de julio de 1938 la corporación municipal acuerda por unanimidad se nombre una comisión para ir a Castellón y gestionar asuntos sobre el teléfono del campo de aviación para que quede a favor del municipio y solicitarlo de quien corresponda […] (Actas municipales, tomo 19)
El 25 de septiembre comenzaron las obras del primero de los tres refugios de que disponía el aeródromo, esta construcción aledaña al pabellón de mando aún se conserva en buen estado, está declarado Bien de Relevancia Local e inventariado como Monumento de Interés Local con nivel de protección integral dentro del Régimen General de Intervenciones, aunque esto no le salva del estado de abandono en el que se encuentra el conjunto histórico formado por el pabellón, refugio y cisterna. Los otros dos refugios no se llegaron a terminar, de estos, el más completo se encuentra a unos 50 metros al sur del Mas de Tófol, y el otro toca la carretera a unos 100 metros de L’Escola del Camp en dirección norte.
El 13 de octubre el Consejo Municipal comunicó al maderista Alejandro Tena Salvador, la autorización remitida por la Jefatura de Montes de Castelló para retrasar la saca de maderas del Bovalar y del Savinar, por falta de mano de obra al encontrarse todos los hombres disponibles trabajando en las obras del aeródromo.
[…] Visto lo manifestado por el rematante de productos maderables del monte “Bovalar y Savinar” de este término Alejandro Tena, solicitando una prórroga de cincuenta días para poder extraer los productos maderables objeto de la subasta del monte y fundamenta la petición en que debido a no haber encontrado jornaleros por hallarse estos en trabajos de explanación de un aeródromo que se está construyendo en este término municipal no ha podido extraer los productos del monte dentro del plazo legal […] acuerda acceder a lo solicitado […]
En el archivo municipal también encontramos un pequeño rastro sobre los militares de Aviación, en una anotación en el libro de actas del día 21 de noviembre […] El Ayuntamiento paga 20 ptas. a Asunción Asensi por lavar ropa de los de Aviación. […] (Tomo 19, p. 13).
A principios de febrero de 1938 se establecieron en el aeródromo de Vilafamés 20 bombarderos rusos SB-2 “katiuska”, tres de ellos aterrizaron averiados en el aeródromo de Vistabella el 7 de febrero de 1938, procedentes de una misión de bombardeo sobre la estación ferroviaria de Calamocha (Teruel), según consta en el relato del piloto de uno de los aparatos, el ruso A. P. Nikiforov, recogido en “El aeródromo militar de Vilafamés 1937-1940”, Carlos Mallench, Blas Vicente, José F. Albeda y Josep J. Miralles, Ajuntament de Vilafamés, 2019.
Testimonio de A. P. Nikiforov, piloto ruso de la 1ª escuadrilla del grupo 24.
(pp. 244 a 248).
[…] El campo que se podría aprovechar para el aterrizaje, apareció de repente de la misma manera que apareció la salida entre las montañas. Nikiforov tuvo tiempo para ver una pequeña casita y al lado de la misma dos Katiuskas. Yendo rápido y hacia adelante bajó el tren de aterrizaje, el avión estaba vivo, el sistema hidroeléctrico no sufrió daños. La tierra se acercaba mu rápido. ¡Más cerca¡, ¡más cerca¡, se pudo apagar el motor que funcionaba.
Hubo un pequeño golpe sobre las tres puntas (ruedas). Delante no había ningún obstáculo, solo un campo plano. De repente el avión se inclinó y giró muy bruscamente hacia la derecha, el tren de aterrizaje se rompió y el bombardero cayó sobre su fuselaje.
Alrededor todo estaba muy tranquilo, solo se oía el ruido del combustible que salía del avión a través de los agujeros de los disparos.
Nikiforov encendió la linterna, y salió a la superficie. Del avión apareció Kolesnikov. No se veía a Bershak. El piloto y el coopiloto corrieron hacia su cabina. Estaba en el suelo en una pose muy antinatural con la cara blanca como el papel. Los dos entraron en la estrecha cabina y sacaron con cuidado a Bershak de la cabina y lo sacaron y lo pusieron sobre la tierra.
Le quitaron la ropa, le quitaron el zapato lleno de sangre, cortaron el pantalón y abrieron el agujero donde estaba la rodilla. Al ver los huesos destrozados por los disparos y la carne ensangrentada, Kolesnikov comenzó a ponerse mal por todo lo que veía. Nikiforov rompió su camisa y como pudo intentó proteger la pierna herida de Bershak.
Durante medio kilómetro corrió hacia otros dos aviones SB que habían aterrizado sobre su panza también al lado de la casita blanca. Sobre ellos estaban sentados los pilotos españoles. Entonces cuando él se acercó a cada uno de los aviones, observó que todos los ametralladores estaban heridos en las piernas. Los pilotos y observadores estaban intentando ayudar a sus compañeros. Uno de los pilotos españoles que hablaba un poco de ruso, pues hizo el curso en la Unión Soviética, le dijo que ya habían llamado a una ambulancia.
Nikoforov explicó como pudo que tenía un herido. El español cogió una cama oxidada que estaba apoyada sobre la pared y juntos transportaron a Bershak a la casita.
Mientras tanto, Kolesnikov contó 72 impactos en los puntos del avión de vital importancia. “Entonces, vuelan los Messerschmitt los pilotos experimentados”, señaló para sí Nikiforov. “Es extraño, ¿cómo no nos hemos incendiado?”, se encogió al ver los depósitos de gasolina, atravesados por balazos en muchos sitios. Por la tarde llegaron los automóviles y se llevaron toda las tripulaciones […]
El relato del piloto ruso coincide con el testimonio de Ángel Tena, (“El Temps Perdut. Memòria Història de Vistabella”, vv.aa. , Publicacions de la Universitat Jaume I, 2014.) únicamente difiere en el número de katiuskas, según Ángel fueron dos los que llegaron averiados, según Nikiforov tres.
[…] Antes de llegar los “moscas” vinieron un día dos “Katiuskas” rusos, dos bombarderos bimotor que bajaban tocados del frente de Teruel y aterrizaron aquí de emergencia porque no podían llegar a Vilafamés. Uno de la tripulación -no sé si el piloto o quién- llevaba una rodilla destrozada por un balazo, subió una ambulancia de Vilafamés y se le llevaron. Aterrizaron en el campo antes de que estuviera acabado, aún no estaban aquí las avionetas […] (“El Temps Perdut, p. 89)
En el mes de abril de 1938 llegaron dos escuadrillas, la 1ª y la 4ª del Grupo 21, de Polikarpov I16 “moscas”, estos aviones actuaron en los frentes de Teruel, Levante y el Ebro hasta el 21 de mayo, fecha en la que fue evacuada definitivamente la 4ª escuadrilla del Grupo 21, debido al avance de las tropas de García Valiño que finalmente ocuparon Vistabella el 3 de junio de 1938.
Las tierras incautadas fueron devueltas a sus propietarios y el pabellón de mando se reconvirtió en escuela rural, funcionando hasta finales de los años sesenta.
Las tres fotografías de soldados del Cuerpo de Aviación de la República que aparecen en este artículo, fueron tomadas en el mes de marzo de 1938, los originales formaban parte de un cuaderno de campo perteneciente a un soldado de identidad desconocida, que recorrió durante la guerra varios aeródromos de la zona de Levante, entre ellos el de Vistabella.
Las fotografías fueron localizadas por Ernesto Rodrigo de “Montañas de Libertad” a quien agradezco haberme enviado este importante testimonio gráfico.








Fuentes:
-Archivo del Aire, A12156. Villaviciosa de Odón.
-Archivo de Ávila, FF.AA. 4ª Región, Legajo P1285.
-AHEA, Plano de localización, A 12156.
-Croquis del refugio antiaéreo de Ernesto Barreda (15.06.2019)
-“El Temps Perdut : Memòria Històrica de Vistabella”, (vv.aa.), Publicacions de la Universitat Jaume I, 2014. – “El aeródromo miliar de Vilafamés.
-Arxiu Municipal de Vistabella del Maestrat
