
Y VAN QUINCE.
El pasado 10 de agosto celebramos una vez más el encuentro anual que venimos
organizando desde 2008 para recuperar y dar a conocer la historia más reciente de
Vistabella, historia que se nos ha escondido y falseado primero por los que ganaron la
guerra, amos absolutos de las vidas y haciendas de quienes defendieron las conquistas
sociales llevadas a cabo durante la II Rep., y hoy en día por los herederos del franquismo empeñados en conservar privilegios, en acabar con el importante avance que la recuperación de la memoria histórica ha tenido en nuestro país durante los últimos años, y en imponer un revisionismo histórico fanático y acientífico.
El primer acto de las jornadas, después de la presentación de las mismas por parte de
Amat Sánchez representando al Centre d’Estudis Penyagolosa, de Belén Bachero
concejala del ayuntamiento de Vistabella, y de Francisco Mezquita por parte del Grup per la Recuperació de la Memòria Històrica de Castelló, fue la conferencia “La memòria
Democràtica i la proposta de Llei de Concòrdia” impartida por Maribel Peris, presidenta del GRMHC y miembro del Consell Valenciá de Cultura, en la que fue analizando los pormenores y motivos por los que la derecha rancia y la ultraderecha intentan imponer este decreto, derogador más que regulador, de la Ley de Memoria Democrática vigente.
Este año el protagonismo de las jornadas ha sido de las mujeres de Vistabella que fueron víctimas de represión, abusos de todo tipo y humillaciones después de la guerra, señalando también a los victimarios, causantes e inductores de toda esta injusticia.
Recordamos los nombres de muchas de ellas:
Matilde Alcón Tena, María Lidón Barberá Safont, Jacinta Folch Badenes, Rosa
García Porcar, Antonia Escrig Robres, Carmen Monfort Alcón, María Centelles
Albert, Tomasa Moliner Vicente, Patrocinio Robres Miravet, Divina Tena Edo y
Consuelo Fabregat Albert.
Acusadas y maltratadas por los principales inductores de la represión fascista en
Vistabella: Gilberto de Arnau (“Ulleres”), Antonio Porcar, Recaredo García, Enrique
Pitarch, Manuel Safont, Juan Pons y Joel Fabregat, entre otros.
Después de la introducción que hizo Antonio Giner, poniendo en contexto la historia de
Matilde Alcón y aportando datos sobre los juicios sumarísimos contra algunas de las
vecinas mencionadas, fue Ana Claramonte Salvador quien puso un emotivo broche final a los actos de la mañana con “Dones represaliades a Vistabella”, una intensa
dramatización de los testimonios que nos dejó Matilde Alcón (recogidos en el libro El
Temps Perdut, Memòria Histórica deVistabella), que consiguió emocionar al público
asistente.
Por la tarde se inauguró la exposición “La dona durant la II República i la Guerra
Civil Espanyola”, con una visita guiada a cargo de Laura Pérez Campos, comisaria de la
exposición, y de Antoni Arnau, ambos representantes del Centre de Documentació i
Estudis de la Guerra Civil Espanyola.
Esta exposición, abierta hasta el 31 de agosto, ofrece una amplia visión a través de
paneles explicativos, fotografías de la época (algunas de ellas icónicas), reproducción de
carteles y propaganda, publicaciones, etc., del papel que jugaron las mujeres y de las
luchas que llevaron a cabo para conseguir derechos tan elementales como poder votar en las elecciones, estudiar en las universidades, lograr unas condiciones laborales dignas, estar representadas en las Cortes, el aborto o el divorcio.
El acto final de las jornadas fue la representación de la obra de teatro “Un tros de
dona” de Domingo Juan Font, autor también de “La miliciana”, del libro “Pascual Cabrera
Quemades. Biografía y poesía” y de artículos sobre Memoria Histórica de Vila-real. “Un
tros de dona” es una obra intensa y dura basada en hechos reales que se podrían extrapolar a casi cualquier rincón de nuestra geografía, donde muchas mujeres fueron víctimas de la deshumanización y de la barbarie ejercida por los fascistas, trata sobre la violencia ejercida sobre María Antonia, una mujer republicana que no abandonó su pueblo cuando terminó la guerra y fue abusada y asesinada por uno de los falangistas del pueblo. La obra estuvo magníficamente representada por Sergio Vilar en el papel de falangista,Cristina Aragonés como María Antonia, Jorge Vilar como enterrador y Fernando Soldevila como “el Coixo”, del grupo “L’Armelar” de Castelló.

